Los secretos de la pesca a mosca

Dominar las técnicas de lance en la pesca con mosca es tan importante como elegir y montar el señuelo más apropiado.

La trucha adora las aguas gélidas de los torrentes de montaña, pero sólo cuando la temperatura sube unos grados empieza a sentir hambre. Ésta es sólo una de las incontables lecciones que el pescador y su caña de mosca debe conocer en el río si pretende cobrar alguna pieza. Pese a la aparente dificultad que entraña, la pesca a mosca es una de las técnicas más eficaces –también la más espectacular– para capturar algún ejemplar de estos esquivos habitantes fluviales.

El maravilloso deporte y práctica de la pesca mosca es más antigua de lo que se creía en un principio. Según parece, existen antiguos escritos orientales en los que se mencionaba –hace ya cuatro mil años– el uso de anzuelos cubiertos con plumas de martín pescador para así engañar a algunas especies fluviales. Sin embargo, la primera mención específica de una mosca artificial en la literatura antigua se la debemos al historiador romano Claudio Eliano (175 a 235 d.C.),donde los griegos pescaban truchas con moscas hechas de lana y plumas de gallo.

La pesca a mosca es una de las disciplinas de pesca deportiva más complejas. Para engañar a los peces hay que conocer sus necesidades alimentarias. Para aprender a pescar a mosca, hoy en día, en las grandes capitales de España como Madrid, Valencia o Barcelona puedes encontrar establecimientos de pesca para aprender que organizan sesiones y talleres de pesca transmitiendo los consejos y trucos de la experiencia de muchos años.

Además, en el caso concreto de la pesca a mosca se suma la dificultad de las técnicas de lance con cañas de salmon a dos manos. Estos movimientos deberán ser muy precisos para conseguir engañar al pez. La elección del material (caña, sedal, carrete, mosca, etc.) también resultará clave para alcanzar el éxito.

Captura y suelta, coger una trucha para devolverla al río es un deporte muy polémico en el colectivo de pescadores. Estudios realizados por biólogos independientes demuestran la supervivencia del 100% de los ejemplares capturados con mosca artificial y anzuelos sin muerte. En caso de usar cebo natural la mortalidad ascendía hasta el 84% y del 24% si se usaban cucharillas.

También en el mar La pesca a mosca en el mar es cada día más popular, sobre todo en países como Estados Unidos, donde ya hace años que se ven pescadores usando sedales pesados y moscas como señuelo en aguas marinas. Esta técnica es ideal para especies muy determinadas en épocas concretas, cuando los peces en cuestión nadan cerca de la superficie, lo que permite la descubrirlos a simple vista y practicar la pesca a pez visto, no al agua. Los señuelos utilizados pueden ser ligero y flotantes, o también ahogados. Éstos se usarán con sedales de hundimiento rápido y pueden imitar diferentes especies de pececillos, camarones, etc.

En la Pesca a Mosca en España la evolución de las cañas, vadeadores transpirables y el resto del aparejo de pesca es incesante. Existen materiales específicos para cada tipo de pesca, cada especie, etc. También hay pescadores que se fabrican sus propias moscas, de manera totalmente artesanal. En la caja de cada pescador hay docenas de moscas diferentes, que escogerá en función de variados criterios.

La pesca deportiva está regulada y controlada. Los cotos de pesca deben respetarse, así como las épocas de veda, los cupos y la talla mínima de las capturas, etc. El arte del engaño. La pesca deportiva consiste en engañar al pez (o al menos intentarlo) con un señuelo casi siempre artificial que debe llamar su atención y al mismo tiempo parecer real. Para conseguirlo habrá que tener en cuenta la luz, la vegetación, la profundidad del río, la velociad de la corriente, el campo de visión del pez, sus costumbres alimenticias, cómo caza, en qué época, a qué horas, etc

El sedal para la pesca a mosca puede ser de muchos tipos. Los hay sumergibles, medio sumergibles, de punta sumergible, de densidad neutra, flotantes, etc. La elección dependerá de si se usan moscas secas (imitan a moscas en fase alada) o 2 ahogadas (las que imitan a ejemplares en fase larva). El carrete para pesca a mosca es diferente del que se usa en otras disciplinas. Existen carretes de muchos tipos, tamaño, peso y precios. Los hay automáticos, de rebobinado directo, etc. Para elegir el carrete más apropiado se tendrá en cuenta dónde se va a usar, qué especies se pretende pescar, etc.

El vestuario del pescador de río debe protegerle del frío y la humedad, además de ayudarle a camuflarse. En este sentido, también es vital conocer las características físicas de las especies a pescar, como el campo de visión, (hoy en día su utilizan gafas polarizadas de pesca como algo imprescindible) a la agudeza visual desde dentro del agua, etc. 4La caña específica para pesca a mosca debe tener entre 1,5 y 4 metros de longitud. Las cortas se usan en pequeños arroyos, mientras que las grandes servirán en aguas quietas y grandes ríos.