Cañas de pesca Tenkara

Practicar la pesca con una caña Tenkara en un deporte tan resistente al cambio como la pesca con mosca, es en si mismo una revolución.

Te ofrecemos como no podría ser de otra forma cañas Tenkara de alta calidad para la pesca con mosca sencilla y minimalista, todo lo necesario para salir y pescar.

En realidad, una contrarrevolución, ya que su estética minimalista y despojada se remonta a los primeros tiempos de la pesca con mosca.

¿Recuerdas el bastón de tu infancia? Sin preciado carrete de pesca mosca, solo caña y sedal. Eso es tenkara. Déjate seducir por esta técnica japonesa, simple y hermosa que puedes transportar esta maravilla de caña de pescar a mosca en los arroyos de las tierras altas o incluso llevarlo contigo sin problemas mientras corres por los senderos.

Los registros precisos sobre los orígenes de tenkara son pocos y distantes entre sí. La investigación arqueológica sugiere que los métodos de pesca que involucran cañas de bambú y señuelos artificiales diseñados para imitar la vida de los insectos existían en la región desde el siglo IX a.C. Los registros históricos japoneses confirman la presencia de moscas artificiales desde el siglo XVII, mientras que el relato más antiguo conocido de Tenkara en inglés apareció en el siglo XIX.

A pesar de esta escasez de información, la historia de Tenkara conserva un valor utilitario para el pescador moderno de Tenkara. Una comprensión de los orígenes de Tenkara resulta muy útil, si no indispensable, en el empleo de Tenkara en el agua.

El equipo, la técnica y la filosofía de Tenkara se originaron en las regiones de alta montaña prominentes en la isla principal de Japón. Los arroyos de montaña en estas prefecturas son un reflejo de la violencia geológica que formó sus montañas. Fluyendo sobre un lecho de roca volcánica y sedimentos, son empinados, turbulentos y de rápido movimiento. En comparación con los legendarios arroyos de tiza ingleses o las aguas residuales ricas en nutrientes que se encuentran en América del Norte, estos arroyos de montaña son ecológicamente pobres. Como consecuencia, las especies de truchas y char que los habitan son oportunistas y de tamaño relativamente pequeño.

Los pastos eran menos abundantes en las montañas y sus habitantes dependían del arroyo de la montaña para complementar su dieta. La necesidad dictaba que los equipos y métodos de pesca debían ser eficientes y económicos, con el objetivo de proporcionar alimento para la mesa. Cualquier cosa adicional podría venderse en el mercado. El equipo dependía de los materiales fácilmente disponibles en la región, y estos materiales tuvieron una gran influencia en el desarrollo de Tenkara.

A diferencia de las maderas duras del oeste, cuya densidad limitaba la longitud funcional de la caña y quizás necesitaba el carrete, el pescador japonés disponía fácilmente de una variedad de bambú ligero. Las varillas se construyeron combinando variedades con las características de flexión deseadas. Los nodos se escariaron de modo que las secciones pudieran anidar unas dentro de otras, protegiendo las delicadas secciones distales de daños durante los ascensos. El bambú liviano permitió que las cañas empujaran de 15 a 20 pies, mejorando la presentación a través del alcance y el lanzamiento preciso en aguas turbulentas y llenas de bolsas. Una vez que Tenkara se desarrolló aún más como un esfuerzo comercial, esta precisión demostró ser aún más importante ya que los pescadores se enfocaban individualmente en peces cuyo tamaño traía precios superiores en el mercado.

El enrollado de fibras fácilmente disponibles, como la cola de caballo, creó líneas ligeras. Las moscas tradicionales, conocidas como kebari, también se basaban en materiales fácilmente disponibles, como fibra vegetal y animal, agujas de coser dobladas en forma de anzuelos y hackle de aves de jardín. Un asunto relativamente espartano, el kebari no busca imitar a ningún insecto. Más bien, su forma simple podría sugerir muchos elementos en la dieta de una trucha. El éxito de este estilo de mosca probablemente se debió a la naturaleza ecológicamente pobre de los arroyos de las montañas volcánicas de Japón y sus habitantes oportunistas. Por lo tanto, el concepto de One Fly no fue el resultado de ninguna búsqueda de deporte. Nació de consideraciones más prácticas.

Los pescadores tradicionales de Tenkara desarrollaron elementos adicionales, como prendas de seda recubiertas con brea para mejorar la resistencia al agua, sandalias diseñadas para mejorar la tracción en el agua, nasas tejidas y la distintiva red con forma de una sola rama que ahora conocemos como tamo.

Todo esto fue diseñado para permitir que los primeros pescadores de Tenkara se movieran de manera rápida y eficiente, cubriendo distancias para llenar su cesta de la manera más económica posible.

Luego vino el samurái. Para ser perfectamente claro, los Samurai nunca pescaron Tenkara. Pero pescaron y tuvieron una profunda influencia en la cultura japonesa. Como resultado de sus esfuerzos, a partir de principios del siglo XVII, Japón disfrutó de un período de paz y prosperidad verdaderamente notable que se prolongaría durante casi dos siglos. Con la prosperidad y la paz llegó el lujo del ocio. Los Samurai desarrollaron su propio estilo de pesca con caña durante este período. Involucrando la manipulación o jigging de una serie de moscas o anzuelos desnudos, este estilo de tierras bajas empleado en aguas lentas era claramente diferente del Tenkara. Elementos de este estilo se extendieron a otras castas sociales. Por ejemplo, fue durante este período cuando vemos por primera vez que la caña y la mosca se elevan a verdaderas formas de arte con valor en sí mismas, alcanzando sumas considerables entre la nobleza.

Hoy en día el tipo de pesca tenkara es una tendencia de futuro para personas que se inican en la pesca o tradicionalistas de la pesca que quieren mantener vivo el legado Tenkara.

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